Fin de año suele tener un efecto devastador sobre nuestra economía y, muchas veces, también sobre nuestro estado de ánimo cuando no llegamos a comprar todos los regalos que quisiéramos o tener la noche ideal el 24 o 31 de diciembre.

Por eso, para no frustrarte y hacer rendir tu presupuesto al máximo, lo ideal es que te anticipes, organices y te muevas de manera inteligente y efectiva. ¿Cómo? Acá van unos breves tips.

• Ponéle un número al combo Navidad-Fin de Año. Por más que digamos que no nos importa nada y que le damos cero bolilla, las fiestas siempre implican un gasto adicional. Calculá ya qué tan grande va a ser gasto, es decir, definí cuánto querés y podés gastar tanto en los festejos como en los regalos. Incluí también el gasto en salidas varias de despedida de año con amigos y compañeros de trabajo porque va a pegar en tus gastos mensuales.
• Fondo aparte. Una vez que tengas ese número, tratá de separarlo en una especie de cuenta o fondito aparte. Eso te va a ayudar a no gastar de más y a tener muy claro cada vez que te permitís un desvío del presupuesto original. Simplemente es mayor control.
• Regalos en cuotas. Diciembre es el mes más fuerte para shoppings y comercios por, claramente, la compra de regalos. De ahí el bombardeo de ofertas, promociones, descuentos y, sobre todo, cuotas. Atención con esto último: las cuotas, aun sin interés, pueden ser una trampa para los próximos meses. No sólo porque el panorama económico general es algo incierto y no está claro qué tanto van a subir los precios y qué tanto tus ingresos (seguramente los precios suban más rápido y fuerte que tus ingresos; eso es malo) sino porque si acumulás cuotas en la compra de regalos, te quedás con menos capacidad de recursos futuros para gastos por venir igualmente importantes. Esto es especialmente cierto si te vas de vacaciones en el verano.  Tené en cuenta esto: hay vida después de las Fiestas y también vas a tener que pagarla. Ojo con las cuotas.
• Las compras. Las comidas de las fiestas y despedidas son otro gran grifo abierto por el que se escurre nuestra plata en estas fechas. Es un embole pero no falla: al súper con la listita en mano, siempre. También con un tope para gastar y con algo de tiempo para no comprar a los apurones la primera gran promo con la que te topás en la góndola. Es decir, hacé las compras lo más tranquila que puedas, aprovechá todos los descuentos, 2×1, etc en aquellos productos que ya tenías previsto comprar o si te sirven para reemplazar. Si te da la energía, el tiempo y tenés con quién, vale la pena irte a algún mayorista para hacer una compra grande con amigas. Ahorran de a 2 (o más).
• Los NO. No salgas corriendo a último momento con todo, vas a comprar mal y gastar de más. Si andás corta de tiempo, hacéte una investigación previa en internet para saber dónde comprar qué y cuánto te va a salir, vas a ahorrar dinero y minutos. No sobrecargues la tarjeta con cuotas, en esta época el riesgo de que el mes que viene o el próximo caigas en el pago mínimo o parcial del saldo crece y es la peor decisión que podés tomar. No compres todo en el mismo lugar: además de shoppings y supermercados, existen outlets, comercios tradicionales, panaderías, frigoríficos e infinidad de negocios en rubros específicos que pueden tener mucho mejores precios que nuestras catedrales más habituales de consumo.