¿Bebé en camino? Tené un plan por si se olvida “el pan bajo el brazo”

¿Estás en la dulce espera? Te felicitamos. ¿Estás preocupada por cómo vas a afrontar los nuevos gastos con vienen con el bebé por si la criatura se olvida el “pan bajo el brazo” adentro de tu panza? No te amargues el embarazo; no te preocupes. Pero sí ocupáte. Te decimos cómo:

  •  Las condiciones de la economía actual hacen que sea fundamental tener un plan financiero para afrontar los costos que tiene la llegada de un bebé sino. Si bien está claro que un nuevo integrante de la familia siempre trae aparejados imprevistos, gran parte de los gastos se pueden prever. Por eso, un buen plan empieza por hacer un listado a conciencia de todo lo que se va a necesitar dividido en tres partes. Por un lado, lo que se va comprar una sola vez (cuna, cochecito, esterilizador de mamaderas, sacaleche), por el otro, aquellas cosas que van a ser un consumo recurrente como el sueldo de la niñera si fuera necesaria, pañales, leche, óleo, algodón y finalmente los gastos derivados del cuidado médico: cobertura de salud, vacunas, medicamentos. Una vez que se tiene una idea del costo total de cada uno de los tres bloques, es fundamental prever cómo se afrontarán esos gastos y si efectivamente el dinero alcanza para cubrirlo todo. En caso de que las cuentas den muy justo, lo ideal es no sobre exigirse con los gastos “por única vez” ya que lo principal será asegurarnos el cuidado cotidiano de higiene, salud y alimentación del bebé.
  • Este plan financiero, bajo ningún punto de vista debería incluir la posibilidad de endeudamiento.  Tomar deuda en estos tiempos para gastos que, a partir de ahora, van a ser parte de nuestra economía cotidiana, es un error. Eventualmente, habrá que reasignar recursos que se destinaban a otra cosa. Un buen ejemplo son las salidas: con un recién nacido, se gasta muchísimo menos en este rubro. Ya lo vas a ver.
  • En épocas de alta inflación como las actuales, lo ideal es ir anticipando los gastos. Se prevé que este año y probablemente el próximo el índice de inflación esté por encima de 30%. Pero debemos tener en cuenta que esa cifra es un promedio y que, en muchos casos, los productos para bebés pueden sufrir aumentos por encima de ese promedio ya que es alta la incidencia de productos importados en todo lo que hace a las necesidades de los más pequeños. Por eso, si ya sabemos que vamos a necesitar pañales: podemos ir comprando, tal vez aprovechando ofertas y descuentos en el supermercado, particularmente los RN (recién nacido) que suelen ser los más caros. De esta manera nos evitaremos subas futuras. Lo mismo con el óleo y hasta la ropita. Ideal también stockearse de crema para la cola del bebé y medicamentos como Ibuprofeno o Paracetamol que durante el primer año, con receta del pediatra, son gratis o tienen muy alto nivel de cobertura.
  • En plan de stockeo y anticipación de gastos, las ofertas de los bancos pueden ser muy buenas siempre y cuando no incluyan cuotas con interés. En ese caso, son particularmente útiles para los gastos “por única vez”, que suelen ser los más altos (el carrito, la practicuna). No tanto para indumentaria, por ejemplo. En este caso, aun con cuotas y descuentos es importante no comprar de más, ya que la percepción de la oportunidad sumada a un estado emocional hormonalmente alterado puede dar como resultado un agujero para el bolsillo. También ir a los outlets es una alternativa muy efectiva, siempre manteniendo el control y que la estrategia implique un ahorro y no la posibilidad de comprar más de lo que teníamos previsto.

 

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