Lo acordaron el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, junto con representantes de panaderos y molineros. Esta medida tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre y el objetivo es contener el precio en el período festivo.

“Nos comprometimos a no aumentar ningún producto si la harina, una de las materia primas fundamentales, no aumenta”, expresó Raúl Santoandré – miembro de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires.

En la misma reunión, se conformó una mesa para coordinar a partir de enero de 2022 entre todos los sectores una agenda de trabajo, con el fin de “desarrollar una política integral que permita dar estabilidad y quitarle volatilidad al precio del trigo para el mercado interno”.

Por su parte, Diego Cifarelli, Presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), dijo: “La molinería dijo que no tenía problema en asumirlo aunque tiene su harina con un trigo de referencia de 22.600 dólares, pero el trigo vale 26.000, pero si es hasta fin de año y lo mismo hicieron los panaderos”.