El rally alcista del dólar dejó perplejos a pequeños ahorristas minoristas que, con tasas de interés por encima de 20% anual, habían decidido tras la devaluación apostar al plazo fijo en pesos. El análisis vigente en ese momento indicaba que tras un salto de 40% en la moneda norteamericana, que pasó de un golpe $ 9,80 a poco menos de $ 14, la suba del dólar empezaría a moderarse y que la tasa de interés “le ganaría al dólar”. Pero esto no fue lo que ocurrió. Por lejos, quien compró dólares a principios de febrero cuando estaba a $14 ganó 15% en apenas un mes.

Con un dólar en torno a los $ 16 y que no ha dejado de subir en las últimas semanas a pesar de las intervenciones cada vez más fuertes del Banco Central, la pregunta ahora es: ¿conviene comprar o conviene vender? Difícil de responder, van algunas pistas para que cada uno saque sus propias conclusiones.

• La suba del dólar se debe principalmente a que en febrero se empezó a normalizar el mercado cambiario, lo que hizo crecer la demanda. La oferta de billetes, en tanto, no creció en la misma proporción. El resultado es la suba del precio.
• Estacionalmente, hacia fines de marzo, por el ingreso de dólares del campo que debe liquidar cosechas, el valor del dólar suele calmarse. En el contexto actual, muchos pronostican que puede incluso bajar.
• Por otra parte, el acuerdo con los holdouts o fondos buitres allana el camino para el ingreso de dólares, con lo cual la calma se extendería en los meses siguientes. Esto no quiere decir que el precio del dólar no siga subiendo, pero aminoraría el ritmo.
• En este contexto, quienes están evaluando comprar dólares al valor actual, corren el riesgo de hacer una diferencia marginal en los próximos días o incluso perder si la idea es atesorar esos billetes por unos meses. Hacia fin de año, es probable que tasa de interés de plazo fijo en pesos y suba del dólar, tomando $ 16,10 como punto de partida, den un resultado parejo.
• Quienes en cambio evalúan vender dólares, tienen una decisión más compleja que enfrentar. El precio actual es alto y atractivo, particularmente porque todavía no se trasladó a precios con lo que se hace una diferencia. Pero en los próximos días o semanas puede subir incluso unos centavos más. Entonces ¿conviene esperar? Podría ser, pero lo cierto es que si se espera demasiado, el mercado puede cambiar de tendencia y el precio empezar a bajar. Por otra parte, cuanto más tiempo se espere, más impacto en la inflación habrá del “dólar a $16”.
• Lo más aconsejable es tomar la decisión en función del destino que se quiere dar a ese dinero. Si el objetivo es, por ejemplo, comprar un auto, entonces puede ser un buen momento para vender porque, aun cuando suba un poco más, también el valor del auto (muy sensible al valor del dólar) subirá. Así, convendría vender los dólares y congelar el precio del auto. Si, en cambio, el destino de ese dinero es construir o refaccionar, tal vez valga la pena esperar, con mucha atención sobre un cambio hacia la baja para reaccionar a tiempo.