Tener más de tres hijos implica planificar un montón de cuestiones que todas las que tienen menos ni siquiera se les ocurre pensar. Por ejemplo, cómo llevar al colegio a cinco niños en razonables condiciones de seguridad o cómo salir a pasear los fines de semana todos juntos, padre de las criaturas incluido. La solución, claro, es comprar autos grandes, con tres filas de asientos y todos contentos. El detalle es que suelen ser caros. Por eso, acá van dos opciones que apuntan a resolver el problema de trasladar muchos peques sin tener que pagar por el auto lo mismo que por un 2 ambientes.

Opción 1: El Spin, de Chevrolet. Este auto inaugura categoría porque es mediano, alargadito pero nada parecido a una combi, y entran 7 personas. Eso sí, sin mucho bártulo porque la última fila de asientos prácticamente elimina el baúl. Como no es una gran camioneta, no es un auto pesado, por lo que la sensación que tenés al manejarlo es casi la misma que cuando andabas en tu autito de soltera. Dichas estas ventajas, el gran dato es su precio: es de los más accesibles en esta categoría de “familia numerosa” ya que arranca según las versiones en 91.000 y llaga hasta los 115.000 pesos.
La versión más cara viene con caja de cambios automática, lo que es todo un tema menos a resolver cuando el alboroto es grande en el interior.

Opción 2: La Dodge Journey. Ya estamos hablando de una camioneta, importada, aunque de las más chicas. Esto quiere decir que el rango de precios es más alto, pero seguimos dentro de una relación precio/beneficio muy buena. También con las tres filas de asientos imprescindibles para familias bien numerosas, con este auto te vas a sentir feliz de manejar. Súper suave y, fundamentalmente, muy cómodo. Es ideal para largas horas a bordo, con niños y todo. Equipado como corresponde por su precio (arranca en los 200.000 pesos), es una de las opciones más competitivas en este segmento.