La cotización del billete verde pasó de $ 17.80 a $ 20,50 en menos de tres meses, lo que cambió el panorama a la hora de decidir la mejor forma de ahorrar. El dilema es ¿conviene apostar al plazo fijo en pesos, con tasas de interés por encima de la inflación, o mejor volver al clásico dólar?
Si bien existe una noción histórica de que el dólar mantiene el poder adquisitivo de los ahorros, los especialistas recomiendan prestar atención a nuevas alternativas que generen mayor rentabilidad, pensar estrategias en el mediano plazo y diversificar los ahorros.
Martin Kalos, director de EPyCA Consultores, aconseja mirar instrumentos en pesos, con una tasa de interés real positiva. “Hoy en la Argentina hay mejores alternativas de colocación financiera en el corto y mediano plazo, básicamente porque hay instrumentos que en pesos están rindiendo una tasa de interés real alta, como las Lebacs, los fondos comunes de inversión o La Bolsa, son instrumentos financieros que rinden más que el dólar”, dijo.
La clave – sostuvo- se encuentra en mirar aquellos instrumentos financieros que tengan una tasa de interés que le gane a la inflación, ya que el dólar, probablemente, vaya en coincidencia con la inflación. “En términos de tasas de interés, las Lebacs tienen tasa fija por encima de la inflación. También hay que mirar las Letras del Tesoro como un instrumento que se va a posicionar muy bien en la rentabilidad por encima de la tasa de inflación. El otro punto importante son las acciones, la Bolsa argentina en el último año y medio ha despegado y se espera que siga creciendo. También pueden rendir bien los instrumentos asociados a la UVA porque garantiza la tasa de inflación y muchos bancos pagan tasas de interés”, explicó.
Por su parte, Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment, recomendó hacer una estrategia en el mediano plazo de, al menos, un año. “En la Argentina es más fácil hacer un pronóstico de mediano plazo que uno de cortísimo alcance. Para un inversor, es recomendable guardar un tercio de sus ahorros en bonos dolarizado, un tercio de tasa fija en pesos y el restante en acciones locales que guardan cierta coordinación con el valor del dólar”, especificó.
Además, dijo que el inversor minorista suele asustarse ante la suba del dólar y compra por miedo a un alza mayor, pero advirtió que no es conveniente pasarse de pesos a dólares rápidamente, sino planear estratégicamente.
Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, sugirió mantener inversiones en dólares, aunque la aceleración del tipo de cambio no se va a mantener al mismo ritmo. “Una Letra del Tesoro da un interés relativamente bajo, de 3% anual. Si uno busca mayor rentabilidad, hay que ir a bonos soberanos, que vencen en cuatro años y rinden 4% en dólares”, dice.
“Siempre es conveniente diversificar las monedas e instrumentos, hacer una cartera balanceada entre Lebacs, Letes y opciones en dólares. Los fondos comunes de inversión son una una buena puerta de entrada al mercado de capitales y una opción más simple que uno puede suscribir a través del homebanking y contar con asesoramiento. Aquí el problema es que el rendimiento es bajo”, comenta. También recomendó tomar los plazos fijos en UVA, aunque hay que tener en consideración el tipo de cambio.
Germán Fermo, de MacroFinance, explica que es preferible mantener los ahorros en dólares, a través de bonos provinciales “que tienen retornos entre el 5% y 8 % anual”, sobre todo teniendo en cuenta que el tipo de cambio, que va a ir más de la mano con la inflación y sin grandes saltos.