Qué hacer con la plata

Nunca hay plata que alcance, eso es una realidad cotidiana. Pero, sobre todo, es una verdad que por estos días se ve potenciada. Y aquellas que sí logramos ahorrar unos dinerillos o nos sobran unos pesos a fin de mes, no sabemos qué hacer. Los precios aumentan (sí, aumentan porque la inflación está), el cepo a las divisas extranjeras (si ahorrabas en dólares, ¡olvidate!), el famoso “ruido” económico que nos aturde… en fin, muchos factores que nos desconciertan porque desactivan nuestras reacciones más obvias: hacer un plazo fijo o ir corriendo a comprar billetes verdes. Llegó el momento de ponerse a pensar y decidir con imaginación para que no desaparezca aquello que supimos conseguir. Te tiramos algunas ideas.

Construí, ampliá, refaccioná
Es un excelente momento para construir porque el costo (materiales, mano de obra) se paga pesos pero lo construido cotiza en dólares. Esto no quiere decir que tengas que hacerte una casa nueva pero, si tenés posibilidades, vale la opción de sumarle metros cuadrados a la que ya tenés. Lo mismo se aplica a la pintura y refacción en general.
Pros: Te estás capitalizando, es decir, revalorizando o manteniendo el valor de tu patrimonio, evitando que tu dinero se esfume con el tiempo. Un ejemplo: hacer un vestidor en tu cuarto o hacer el living más grande, menos de 10 m2, puede costarte entre 20.000 y 30.000 pesos, pero cada metro cuadrado construido le sumará como mínimo en 1.000 dólares al valor de tu propiedad.
Contra: Además de convivir con la obra, tenés que estar muy atenta a los presupuestos porque te podés encontrar con una amplia variedad de precios. Y asegurate de tener toda la plata que vas a necesitar antes de empezar, así podés congelar el precio y evitar aumentos.

• Evaluá en un plan de ahorro previo de un auto
Esta es una buena idea si no tenés grandes ahorros pero te sobran unos pesos por mes, una suma que no es muy alta pero que tampoco da para gastártela en ropa. El secreto está en no llevarte el auto. ¿Cómo funciona? Todos los meses pagás la cuota del plan, que pueden ser unos 500, 700 o 1.000 pesos según el auto que elijas. Como las cuotas son en pesos y fijas, al momento de entrar al plan estás congelando el precio que vas a pagar por el vehículo. El plan es transferible, es decir que lo podés vender en cualquier momento, por lo que si decidieras venderlo después de uno o dos años, lo harías con los valores de mercado de ese momento y no con el precio que vos pactaste cuando estuviste pagando.
Pros: Es una forma creativa de protegerte contra la inflación y también de ahorrar. Con o sin el auto, estás incrementando tu patrimonio.
Contras: Es más engorroso que depositar el monto de la cuota en una cuenta bancaria y la tentación de quedarte con el auto puede hacer que te desvíes de tu objetivo.

• Adelantá pagos
Gastá de antemano. Puede parecerte lo más antieconómico del mundo pero pensalo dos veces: si ya sabés que a fin de año te vas a ir de vacaciones ¿por qué no empezar a pagarlas en cuotas desde ahora? Sin dudas te va a salir mucho más barato que en plena temporada, además del impacto de la inflación. Cancelar todo el año del colegio de los chicos, las expensas, los impuestos o incluso el gimnasio ahora que tenés un resto te liberará recursos más adelante, cuando probablemente los necesites.
Pros: Pagar por adelantado hará que puedas aprovechar para vos cualquier incremento de tus ingresos durante el resto del año y que ese dinero no que vaya a pagar las subas que tendrían los servicios que ya cancelaste.
Contras: Para que este esquema sea realmente beneficioso necesitás tener mucha planificación. Si vas a pagar el colegio todo el año y después cambiás a los chicos, es un problema. Lo mismo con el gimnasio y ni hablar de las vacaciones!

• Stockeate de cosas útiles
Es un concepto similar al anterior pero con bienes de consumo que en tu casa son obligados. Por ejemplo, el aceite, uno de los productos más afectados por la suba de precios, o ¡el papel higiénico! Cosas que sí o sí vas a usar. Si te gusta el vino, es otra fantástica elección y, si encontraras algún producto importado que te gusta comprar a buen precio, es tu oportunidad. Podés aplicar este esquema a los regalos que vas a tener que hacer durante el año: cumpleaños, día del padre, niño, fiestas de fin de año, aniversario de casados de tu suegros…
Pros: Además del beneficio económico de anticipar el pago de consumos futuros, estás resolviendo situaciones por adelantado. Liberás la presión sobre la billetera y también sobre tu cabeza.
Contras: Económicamente hablando, uno suele consumir de más aquello de lo que tiene de sobra. Por eso nunca tenés que olvidarte que no compraste “mucho” sino “antes”. Pero la principal desventaja es física: asegurate de tener el espacio necesario para guardar todo lo que compres.

(guiño)
Una de la redacción se fue de mambo: ¡compró bombitas de luz para OCHO años!

• Animate a invertir en una cochera
Poner plata en ladrillos, ya dijimos, es buen negocio. No vamos a decirte que te compres un departamento pero si además de un excedente todos los meses ya tenés acumulada una suma interesante, deberías pensar en opciones más duraderas. Comprar una cochera para alquilar puede ser una buena alternativa. Si no te alcanza la plata podés incluso sacar un crédito en pesos con tasa fija para completar el monto necesario. Durante un tiempo, el dinero que obtengas por el alquiler de la cochera irá a parar a pagar la cuota del préstamo pero después ya podrás disfrutar de un ingreso extra.
Pros: Además de la renta mensual que percibirías, también te beneficiarías en el largo plazo del aumento en el valor de los bienes inmuebles. Si tardás en alquilarla, vas a tener que pagar expensas pero suelen ser muy muy bajas porque se calculan por m2.
Contras: Las regulaciones para la compra de dólares hace que se dificulten las operaciones inmobiliarias. También es cierto que inmovilizarías una importante de dinero, que no tendrías disponible en caso de urgencia.

• Comprá un departamento desde el pozo
También en plan de invertir en ladrillos, en vez de comprar una cochera podés usar ese monto como adelanto para entrar en un fideicomiso en pesos para la construcción de un departamento. Aseguráte las condiciones que las condiciones de ajuste de las cuotas y los refuerzos sean compatibles con tus posibilidades y, por supuesto, que el proyecto sea serio y de calidad.
Pros: Estás comprando en pesos y sin tener toda la cantidad necesaria, un inmueble que cotizará en dólares. Una vez terminado, el departamento valdrá mucho más, mínimo 30%, de lo que lo pagaste vos. Si decidís alquilarlo en vez de venderlo, aumentás tu patrimonio y lográs un dinerillo extra por mes.
Contra: El departamento que estás comprando hoy no existe, y eso implica riesgos. Llegado el momento, venderlo puede no ser tan fácil y, si tampoco pudieras alquilarlo, te generaría gastos de expensas e impuestos.

QUÉ NO TENÉS QUE HACER

1. Patinarte todo. Creer que darte todo los gustos es el mejor destino que le podés dar a la plata cuando hay inflación es uno de los errores más comunes que harán que tu cuenta bancaria esté permanentemente en cero. Además adquirís un mal hábito difícil de modificar para los tiempos de estabilidad.
2. “Invertir” en un auto. Considerar que la compra de un auto (para usar) es “ahorrar” en bienes o preservar el capital es completamente erróneo. El auto, además del precio, tiene otros costos: patente, seguro, mantenimiento. Además se va depreciando a medida que pasa el tiempo. Ni hablar en el caso de los 0 km, en los que perdés 10% de lo que pagaste apenas saliste de la concesionaria.
3. Endeudarte. Pedir un préstamo personal para financiar tus gastos de siempre (alquiler, expensas, salidas, etc.) es una pésima idea. Si no te alcanza, es mejor buscar la forma de ajustarte pero pagar tasas de interés reales que superan 40% anual es un muy mal negocio si no le vas a dar al crédito un uso específico que lo amerite.

Si querés más información de qué te conviene y que no a la hora de hablar de plata, visitá www.tedechicas.com/dinero.

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