Al igual que lo hicieran anteriormente Coca- Cola y Unilever, la cadena de café detuvo la publicidad en todas las plataformas de redes sociales.

A principios de junio, apareció la campaña #StopHateForProfit a cargo de un grupo de organizaciones que le pedían a Facebook un control más estricto del discurso de odio y la desinformación al tomar una serie de acciones, incluida la creación de un “canal de moderación separado” para los usuarios que dicen que han sido atacados por su raza o religión, o para permitir a los anunciantes ver con qué frecuencia aparecen sus anuncios cerca del contenido que luego se eliminó por información errónea u odio.

Más de 100 vendedores, incluidos Levi’s , Patagonia, REI, Lending Club y The North Face, anunciaron su intención de unirse.

“Creemos en unir a las comunidades, tanto en persona como online, y nos posicionamos contra el discurso del odio. Creemos que se debe hacer más para crear comunidades abiertas e inclusivas online, y creemos que los líderes empresariales y los legisladores necesitan unirse para hacer un cambio real”, declaró Starbucks.