Cómo subir los precios sin perder clientes
Vendés ropa, tenés un estudio de diseño, elaborás productos gourmet o tenés un local de decoración, cualquiera sea tu actividad, si estás al frente de tu propio negocio, hoy te enfrentás con un gran dilema: cómo hacer para aumentar los precios y no perder contra la inflación…y tampoco perder clientes
Está claro que absorber el aumento de costos en su totalidad, ya sea del alquiler o de los insumos que necesitás producir lo tuyo, no es una opción viable. Pero probablemente tampoco lo sea trasladar todo ese incremento directamente al precio de lo que vendés porque seguramente perderás algún cliente. Más si tu negocio tiene mucha competencia. ¿Qué podés hacer entonces? Te damos algunos tips que te pueden ayudar a llegar a una solución equilibrada, en la que probablemente resignes algo para ganar otra cosa, es tu decisión:
• Lo primero que tenés que saber es que sí, es cierto que en muchos casos un aumento de 10% en los precios puede significar un aumento de tu facturación que compense incluso la pérdida de clientes. Con una mirada de corto plazo, entonces, puede resultarte más efectivo darle una vuelta de tuerca a los precios y problema solucionado. El punto es que, si lo mirás de una perspectiva de mediano o largo plazo, y depende del momento que estés atravesando con tu emprendimiento, perder clientes (mercado) puede ser peligroso si lo que estás es tratando de consolidarte. Ni hablar si encima hay muchas otras que tienen una oferta muy parecida a la tuya. El consejo, en este caso, es: aumentá el precio de algunos productos pero no de todos. Es más, si tenés posibilidades, dejá alguno relativamente barato para que a percepción entre tu clientela sea que seguís siendo muy competitiva.
• Otra estrategia muy efectiva si no tenés posibilidad de evitar o minimizar la suba es introducir algún cambio en tu oferta para que tus compradoras sientan que el aumento de precios también está relacionada a un agregado de valor. En otras palabras, imitá lo que hacen las grandes multinacionales. Por ejemplo, una de las principales marcas de pañales, para zafar del congelamiento de precios, lanzó el mismo producto pero con el agregado de “colitas de animales” (un nuevo dibujo estampado en el pañal), y zampó un 10% de aumento. ¡Usá la imaginación!
• Si no tenés mucha competencia, es decir que tu producto es bien de nicho y por ende apunta a un mercado muy dispuesto a comprarlo (por ejemplo, productos orgánicos o chutneys de frutas tropicales), el margen para aumentar los precios es mayor ya que no es tan fácil encontrar un reemplazo. Aun así, te arriesgás a perder ventas de clientes que deciden directamente dejar de comprarte por el momento. En estos casos, la clave está en diversificarte. Al mismo tiempo que caracterizás tu negocio por tu producto altamente segmentado, podés ampliar la oferta con un producto algo más masivo que te genere volumen de ventas. Eso te permitiría suavizar la suba de precios en la línea original o bien, minimizar el impacto de una caída de ventas.