Inflación, Ganancias y Paritarias: cómo queda la suma y resta al #BOLSILLO

Apretar sin ahorcar. Aflojar sin desbarrancar. En esos términos parece estar planteada la agenda de medidas económica actual. Tras el tarifazo en electricidad, el centro de la escena se corrió a la discusión mediática sobre pisos y techos que sirve, de un lado y del otro, para ir marcando la cancha con vistas a abril y mayo, cuando efectivamente la mayoría de los gremios inicie la discusión. En esa previa se cuela otro debate, el de la modificación de Ganancias, que impacta en el tira y afloje y se supone sería no sólo una compensación por la moderación del reclamo sindical (al menos ésa es la expectativa oficial) sino también un paliativo para evitar el derrape del nivel de consumo.  El cuadro es algo borroso, las variables se confunden y todo, además, está sujeto a negociación. Sin embargo, en pos de aclarar el panorama, se pueden desarrollar los siguientes puntos, en sumas y restas al bolsillo.

  • Precios. El año arrancó con el fuerte impacto inflacionario la devaluación, que aún no termina de trasladarse a precios. Esto significa que aunque el poder adquisitivo ya empieza a resentirse, los mayores costos que genera la suba del dólar aún no se plasma en su totalidad en los precios. El mal desempeño del consumo a principios de año puede hacer que esto no termine de ocurrir, aunque de todos modos se verificarán nuevas subas. #Resta al bolsillo.
  • Tarifas. El aumento en la electricidad ya entró en vigencia pero tendrá impacto pleno entre marzo y abril, cuando empiecen a llegar las facturas. Ahí se sentirá el impacto en el presupuesto de los hogares y presumiblemente también en los precios. Para esa fecha, con excepción tal vez de algún paliativo en el IVA para la canasta básica, no habrá entrado en vigencia ninguna medida de recomposición del ingreso, con lo cual se sustituirán consumos, con un impacto negativo sobre el nivel general. #Resta al bolsillo.
  • IVA y Ganancias. Se espera que según en marzo, el Ejecutivo envíe el proyecto de modificación del Impuesto a las Ganancias con la suba del mínimo no imponible y la actualización de las escalas, además de la prometida baja del IVA a los productos de la canasta básica para sectores sociales de bajos recursos. Estas medidas serán acompañadas de algunas subas impositivas, a los cigarrillos por ejemplo, pero el punto es que aun con un tratamiento exprés, la reducción de Ganancias recién se cobrará los primeros días de mayo. Es cuando empezaría a llegar el alivio, al menos para los que pagan ese impuesto. El costo fiscal de esa medida es $ 37.000 millones para este año, parte de los cuales se prevé se destinará al consumo restringido por la inflación y la suba de tarifas durante los meses anteriores. Como se haría retroactivo al 1° de enero, la mejora inicial en el ingreso será notoria (y mucho más para aquellos a los además se les reintegra el 35% por consumos en dólares en la era del cepo). #Suma al bolsillo
  • El efecto Ganancias coincidiría, además, con la resolución de las primeras negociaciones salariales. Todo dependerá de cuánto se estiren las discusiones en cada sector pero, independientemente del porcentaje de aumento acordado –todo indica que el promedio de suba se ubicará en torno a 32%- o de la modalidad (paritarias desdobladas, abiertas, etc) a principios de junio muchos podrían ya estar cobrando la actualización de sus sueldos. Ambos factores combinados, se esperanzan en el Gobierno, podría aportar una mejora del humor social. Obviamente, en un primer momento, #Suma al bolsillo. Lo que no queda claro si hacia fin de año seguirá siendo así.

Del punteo anterior se desprenden posibles escenarios para la economía: por un lado, la expectativa de que en mayo o junio se viva “un veranito” de consumo por las mejoras de bolsillo. Pero, por el otro, el temor a que este veranito en vez de impulsar una mejora de la actividad termine apenas en un nuevo rebrote inflacionario. O, algo que dejamos de hablar en los últimos días, mayor presión sobre el dólar. “El resultado de la combinación de medidas contractivas como la suba de tarifas con otras expansivas como la mejora de Ganancias o baja del IVA es difícil de predecir. Por un lado, es esperable que los hogares reconfiguren el gasto que fue afectado, difícilmente esa mejora se destine al ahorro. Sin embargo, quienes se beneficien con Ganancias y el aumento de sueldo a la vez, podrían destinar parte de esos nuevos recursos a la compra de dólares. Es lo que hubiera pasado el año pasado aunque hoy esa dinámica cambió”, dijo Ariel Barraud, economista experto en impuestos del IARAF.

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