La medida rige para aquellos contribuyentes que hayan incrementado su facturación durante el año 2018 y deberán hacerlo en las nuevas escalas del régimen simplificado.

La facturación máxima en 2019 para estar en el monotributo será de $1.151.066,58 anuales en el caso de servicios y de $ 1.726.599,88 si el contribuyente se dedica al comercio. Esto quiere decir que si hubo un incremento por encima de esas sumas, los contribuyentes deberán pasar al régimen general.

Otra modificación es que durante el primer cuatrimestre se eliminará la factura del papel y se deberá pasar a la electrónica. Los inscriptos en la categoría “C” lo tendrán que hacer a partir del 1 de febrero; los de la “B”, desde el 1 de marzo y los de la “A” a partir del 1 de abril.

El trámite se hace desde la página de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).