El Gobierno decidió dar marcha atrás con la polémica medida que habilitaba el embargo de las cuentas donde los trabajadores en relación de dependencia perciben sus ingresos.

La iniciativa había sido incluída en enero como parte de un mega decreto de simplificación y desburocratización en el que se incluyeron varios cambios regulatorios para el sistema financiero. Entre ellos, se modificó un párrafo que impedía embargar cuentas sueldo. Según el cambio,  se podía embargar la cuenta pero sólo cualquier excedente de dinero por encima de tres veces el salario promedio de su titular. Según el Banco Central (BCRA) esto eliminaba ambigüedades de la normativa previa y exponía a los bancos a un menor riesgo crediticio, lo que debería resultar en mayor acceso al crédito, además de permitir ofrecer montos mayores y tasas menores para sus clientes.

La medida se topó con un fuerte rechazo de la oposición en el Congreso, que tiene que ratifcar el DNU, con lo cual el Gobierno decidió ceder y, finalmente, el embargo a las cuentas sueldo seguirá prohibido.